Escribe:Carlos Tomás Temoche Varías
El Coordinador de la Comision "Animación y Participación Socio Cultural", Sr. Guillermo Cortes presentó el libro "Políticas Culturales ".
He aquí parte del importante contenido temático y mis comentarios:
- En el Perú es conocida la inexistencia de estrategias para gestionar mejor la cultura.
- Existen pocos espacios de discusión política para los problemas culturales y sus temas de gestión.
- En las campañas políticas es un tema ausente en la agenda de los debates y las pocas menciones al mismo estuvieron marcadas por discursos retóricos donde un profundo desconocimiento saltaba a la vista ; desconocimiento, por lo demás, que da cuenta de la precariedad de nuestros políticos y de sus representantes oficiales.
- En el Acuerdo Nacional hay una visión estática y patrimonialista de la cultura.
En ellas el "patrimonio milenario", la "diversidad étnica y cultural" y la "memoria histórica" parecen piezas de coleccionismo decimonónico y no elementos vivos que forman parte de una permamente creación y recreación entre todos los peruanos. La ausencia de graves problemas culturales del país en este Acuerdo - el rascismo, el machismo, la inclusión indígena por ejemplo o de los vínculos entre las personas, de sus relaciones de poder, de las maneras de simbolizarlas refleja, otra vez, la reducida visión sobre el papel que juega la cultura en la construcción de un proyecto colectivo a futuro.
- Sin embargo, sabemos que la cultura importa y que el Estado tiene obligaciones que cumplir en este campo ; sabemos, además, que la cultura - bien gestionada - puede ser un recurso económico muy rentable y que la movilización de capitales simbólicos por parte de la sociedad civil es sustancial para redifinir la democracia y el pacto social. De hecho, la definición de lo que hoy entendemos por "cultura" ha dejado de ser un patrimonio de académicos o de funcionarios
del Estado y ha comenzado a ser una construcción colectiva de muchos actores.
Ha dejado, además, de quedar reducida al "arte" - en su definición humanística y ha pasado a concebirse más bien desde la tradición antropológica como la dimensión sustancial de la vida cotidiana. En este punto es urgente afirmar que los ciudadanos no se forman únicamente en las escuelas ni en sus familias o en sus religiones sino que, son constituidos como sujetos y ciudadanos a partir de sus interacciones con la televisión, la radio, el cine, los libros y demás artefactos culturales en los que la política cultural tiene un rol fundamental.
- De hecho, el Estado peruano ha cumplido un papel en la gestión cultural del país, pero casi toda su labor se ha concentrado en el tema de la conservación del patrimonio. Es decir, la acción del Estado y los pocos recursos que éste ha destinado a la cultura se ha centrado básicamente en la conservación del patrimonio (arquelógico o histórico ) promovido ( en gran medida ) por la lógica del turismo y su esperada rentabilidad.
- El panorama es más complicado si reconocemos que, en la sociedad civil, el mismo sector cultural se encuentra muy desorganizado y no está capacitado para hacer propuestas nuevas y vigilar la elaboración de las leyes que los beneficien. A nuestro entender, se notan aquí dos graves problemas. Por un lado, este sector aún no se constituye como un movimiento bien organizado capaz de concertar una agenda que permita entablar diálogos fluídos con otros interlocutores.
Por otro lado, se suele pensar que para emprender un proyecto cultural sólo se requieren buenas intenciones e ideas creativas sin tomar en cuenta que es necesario conocer un lenguaje específico para gestionar con mayor solidez los diferentes proyectos. Es decir, los propios actores culturales tenemos muy poco conocimiento del funcionamiento del Estado y de sus regulaciones formales. En realidad no sabemos hacer proyectos, no conocemos bien las leyes y estamos
poco adiestrados en la gestión administrativa.
- De todas formas, más allá de este desalentador panorama es de notar que en el Perú hay una intensa actividad cultural que proviene de múltiples actores. Como lo demuestran los artículos de este volumen, los circuitos de producción simbólica han construido importantes "nichos" y algunos son muy efectivos, pero siempre de límites muy precisos. De hecho, en la actualidad, los sectores más dinámicos en la producción cultural no se encuentran en el mundo "letrado" sino más bien en el mundo popular.
- ¿ Cuál debe ser la participación del Estado en los temas de cultura ? ¿ De qué debería ocuparse la política cultural en el país ?
- En líneas generales, un eventual Ministerio de Cultura debería tener como obje
tivo incorporar a la cultura como un componente clave de las estrategias de desarrollo y vincular las políticas con el conjunto de planes gubernamentales en otros ministerios. En esa lógica, se trataría de intervenir creativamente en problemas básicos de la sociedad peruana promoviendo el diálogo intercultural, estimulando la creatividad y fomentando la participación de los ciudadanos sin distinciones ni exclusiones de ningún tipo. Debería ser misión de este organismo preservar el patrimonio cultural, promover la investigación sobre el mismo, estimular a las industrias culturales y establecer redes internacionales de intercambios simbólicos. Lograr todo aquello supone crear marcos institucionales adecuados, fortalecer a los diferentes actores culturales y estimular la formación de un mercado mucho más diverso y equilibrado. En la actualidad hay en el país una demanda para que el Estado promueva y facilite el desarrollo cultural ; una demanda por gestionar mejor la cultura ( leyes de fomento, creación de fondos
públicos, construcción de una infraestructura, capacitación de maestros, etc) y apoyar lo que ya existe de otra manera.
- En materia cultural, el Estado está en la obligación de cumplir con la población y no por buena voluntad o simple filantropía - sino por muchas otras razones.
En principio porque es un consenso internacional que "NO HAY DESARROLLO SIN CULTURA" y porque sabemos que todos los cambios políticos que no incluyan esta variable fracasan o no logran asentarse plenamente. De hecho, la cultura tiene un papel fundamental en cualquier proyecto de desarrollo y no podemos seguir pensando en ella como una instancia de "entretenimiento" desvinculada de las dinámicas políticas, sociales y económicas.
- En el contexto del Perú actual, nos parece que el informe de la Comisión de la Verdad y Reconciliación - por su insistencia en la exclusión social - es el documento indispensable que proporciona la base para la construcción de este relato y de nuevos vínculos ciudadanos.
- La Conferencia de Estocolmo ( 1998 ) propuso lineamientos para pensar y exponer políticas culturales. Así, señaló que la formulación e implementación de estas políticas debe hacerse en coordinación con otras áreas de la sociedad y con un enfoque integrado ; que estas políticas deben ser previsoras y responder tanto a los problemas persistentes como a las nuevas necesidades de los individuos y comunidades ; que deben promover la creatividad en todas sus formas, facilitando la accesibilidad de todos los ciudadanos a las practicas y experiencias culturales, sin distinción de nacionalidad, raza, sexo, edad o discapacidad física o mental ; y que deben enriquecer el sentimiento de identidad y propiciar la plena participación de cada individuo y cada comunidad.
Otras de las ideas que surgieron de esta conferencia fue que las políticas culturales deben concebirse simultáneamente en los planos local, nacional, regional y mundial ; dirigirse a mejorar la integración social y la calidad de vida de todos los miembros de la sociedad, sin ningún tipo de discriminación : luchar contra la exclusión y la marginación; reconocer la contribución esencial de los creadores; promover la identidad de la sociedad y su desarrollo y creación culturales;
impulsar la conservación y difusión del patrimonio cultural; entablar un diálogo intercultural; y defender los derechos culturales y la libertad de expresión universal como factores indispensables para la participación efectiva de las personas en la cultura.
- Este documento argumentó que hay algunos aspectos de la política cultural que son especialmente relevantes en el contexto de la globalización. Si las artes constituyen el núcleo del sector cultural, la creatividad juega un papel decisivo en las artes. Por tanto, la política cultural consiste en fomentar la creatividad.
Pero queda por definir cómo influye la globalización en el proceso creativo. Desde una perspectiva positiva, se concibe que este proceso puede ser una oportunidad más que una amenaza, ya que los artistas se sienten estimulados por las nuevas tecnologías, los nuevos modos de comunicación y formas estéticas, que generan múltiples fuentes culturales, nuevas formas de comunicarse y que llegan a un público mucho más amplio y diverso.
- En el marco de los tratados de libre comercio, la culturas enfrenta dos posiciones claramente opuestas. Por un lado, la producción cultural está intimamente ligada al concepto de entretenimiento y es producida con ese objetivo bajo los parámetros de cualquier otro bien o servicio comercial ; por otro, la producción cultural no sólo entretiene sino que transmite contenidos simbólicos y provee elementos constitutivos de la identidad. Bajo esa premisa, los bienes y servicios culturales, fuente de valores y tradiciones a la vez que realidad económica, contribuye a la conformación de la ciudadanía, a la promoción del desarrollo social y al crecimiento económico del país. Así, en la medida que son portadores de identidad, de valores y sentido, los bienes y servicios culturales no deben considerarse como mercancías o bienes de consumo; su receptor es un participante cultural y no un mero espectador o consumidor.
- Finalmente, desde 1968 se definió a las políticas culturales como "UN CONJUNTO
DE PRACTICAS SOCIALES, CONCIENTES O DELIBERADAS, DE INTERVENCION
O NO INTERVENCION, QUE TIENEN POR OBJETO SATISFACER CIERTAS NECESIDADES CULTURALES DE LA POBLACION Y DE LA COMUNIDAD, MEDIANTE
EL EMPLEO OPTIMO DE TODOS LOS RECURSOS MATERIALES Y HUMANOS DE
QUE DISPONE UNA SOCIEDAD EN UN MOMENTO DETERMINADO".
- Por último, dicen los autores a manera de presentacion : "ESTE LIBRO SURGE
DE UNA APREMIANTE NECESIDAD. NINGÚN CAMBIO POLITICO O INSTITUCIONAL
QUE NO VAYA ACOMPAÑADO DE UNA TRANSFORMACIÓN CULTURAL PODRÁ ASENTARSE Y SER EFECTIVO EN EL PERÚ. MÁS ALLÁ DE LAS BUENAS INTENCIONES, POR POLÍTICA CULTURAL SE ENTIENDE A UN CONJUNTO DE ESTRATEGIAS
DESTINADAS A GESTIONAR MEJORES SERVICIOS CULTURALES, INTERVENIR EN
LOS IMAGINARIOS SIMBÓLICOS Y MODIFICAR LAS PRÁCTICAS QUE NOS CONSTITUYEN COMO SOCIEDAD".
He aquí parte del importante contenido temático y mis comentarios:
- En el Perú es conocida la inexistencia de estrategias para gestionar mejor la cultura.
- Existen pocos espacios de discusión política para los problemas culturales y sus temas de gestión.
- En las campañas políticas es un tema ausente en la agenda de los debates y las pocas menciones al mismo estuvieron marcadas por discursos retóricos donde un profundo desconocimiento saltaba a la vista ; desconocimiento, por lo demás, que da cuenta de la precariedad de nuestros políticos y de sus representantes oficiales.
- En el Acuerdo Nacional hay una visión estática y patrimonialista de la cultura.
En ellas el "patrimonio milenario", la "diversidad étnica y cultural" y la "memoria histórica" parecen piezas de coleccionismo decimonónico y no elementos vivos que forman parte de una permamente creación y recreación entre todos los peruanos. La ausencia de graves problemas culturales del país en este Acuerdo - el rascismo, el machismo, la inclusión indígena por ejemplo o de los vínculos entre las personas, de sus relaciones de poder, de las maneras de simbolizarlas refleja, otra vez, la reducida visión sobre el papel que juega la cultura en la construcción de un proyecto colectivo a futuro.
- Sin embargo, sabemos que la cultura importa y que el Estado tiene obligaciones que cumplir en este campo ; sabemos, además, que la cultura - bien gestionada - puede ser un recurso económico muy rentable y que la movilización de capitales simbólicos por parte de la sociedad civil es sustancial para redifinir la democracia y el pacto social. De hecho, la definición de lo que hoy entendemos por "cultura" ha dejado de ser un patrimonio de académicos o de funcionarios
del Estado y ha comenzado a ser una construcción colectiva de muchos actores.
Ha dejado, además, de quedar reducida al "arte" - en su definición humanística y ha pasado a concebirse más bien desde la tradición antropológica como la dimensión sustancial de la vida cotidiana. En este punto es urgente afirmar que los ciudadanos no se forman únicamente en las escuelas ni en sus familias o en sus religiones sino que, son constituidos como sujetos y ciudadanos a partir de sus interacciones con la televisión, la radio, el cine, los libros y demás artefactos culturales en los que la política cultural tiene un rol fundamental.
- De hecho, el Estado peruano ha cumplido un papel en la gestión cultural del país, pero casi toda su labor se ha concentrado en el tema de la conservación del patrimonio. Es decir, la acción del Estado y los pocos recursos que éste ha destinado a la cultura se ha centrado básicamente en la conservación del patrimonio (arquelógico o histórico ) promovido ( en gran medida ) por la lógica del turismo y su esperada rentabilidad.
- El panorama es más complicado si reconocemos que, en la sociedad civil, el mismo sector cultural se encuentra muy desorganizado y no está capacitado para hacer propuestas nuevas y vigilar la elaboración de las leyes que los beneficien. A nuestro entender, se notan aquí dos graves problemas. Por un lado, este sector aún no se constituye como un movimiento bien organizado capaz de concertar una agenda que permita entablar diálogos fluídos con otros interlocutores.
Por otro lado, se suele pensar que para emprender un proyecto cultural sólo se requieren buenas intenciones e ideas creativas sin tomar en cuenta que es necesario conocer un lenguaje específico para gestionar con mayor solidez los diferentes proyectos. Es decir, los propios actores culturales tenemos muy poco conocimiento del funcionamiento del Estado y de sus regulaciones formales. En realidad no sabemos hacer proyectos, no conocemos bien las leyes y estamos
poco adiestrados en la gestión administrativa.
- De todas formas, más allá de este desalentador panorama es de notar que en el Perú hay una intensa actividad cultural que proviene de múltiples actores. Como lo demuestran los artículos de este volumen, los circuitos de producción simbólica han construido importantes "nichos" y algunos son muy efectivos, pero siempre de límites muy precisos. De hecho, en la actualidad, los sectores más dinámicos en la producción cultural no se encuentran en el mundo "letrado" sino más bien en el mundo popular.
- ¿ Cuál debe ser la participación del Estado en los temas de cultura ? ¿ De qué debería ocuparse la política cultural en el país ?
- En líneas generales, un eventual Ministerio de Cultura debería tener como obje
tivo incorporar a la cultura como un componente clave de las estrategias de desarrollo y vincular las políticas con el conjunto de planes gubernamentales en otros ministerios. En esa lógica, se trataría de intervenir creativamente en problemas básicos de la sociedad peruana promoviendo el diálogo intercultural, estimulando la creatividad y fomentando la participación de los ciudadanos sin distinciones ni exclusiones de ningún tipo. Debería ser misión de este organismo preservar el patrimonio cultural, promover la investigación sobre el mismo, estimular a las industrias culturales y establecer redes internacionales de intercambios simbólicos. Lograr todo aquello supone crear marcos institucionales adecuados, fortalecer a los diferentes actores culturales y estimular la formación de un mercado mucho más diverso y equilibrado. En la actualidad hay en el país una demanda para que el Estado promueva y facilite el desarrollo cultural ; una demanda por gestionar mejor la cultura ( leyes de fomento, creación de fondos
públicos, construcción de una infraestructura, capacitación de maestros, etc) y apoyar lo que ya existe de otra manera.
- En materia cultural, el Estado está en la obligación de cumplir con la población y no por buena voluntad o simple filantropía - sino por muchas otras razones.
En principio porque es un consenso internacional que "NO HAY DESARROLLO SIN CULTURA" y porque sabemos que todos los cambios políticos que no incluyan esta variable fracasan o no logran asentarse plenamente. De hecho, la cultura tiene un papel fundamental en cualquier proyecto de desarrollo y no podemos seguir pensando en ella como una instancia de "entretenimiento" desvinculada de las dinámicas políticas, sociales y económicas.
- En el contexto del Perú actual, nos parece que el informe de la Comisión de la Verdad y Reconciliación - por su insistencia en la exclusión social - es el documento indispensable que proporciona la base para la construcción de este relato y de nuevos vínculos ciudadanos.
- La Conferencia de Estocolmo ( 1998 ) propuso lineamientos para pensar y exponer políticas culturales. Así, señaló que la formulación e implementación de estas políticas debe hacerse en coordinación con otras áreas de la sociedad y con un enfoque integrado ; que estas políticas deben ser previsoras y responder tanto a los problemas persistentes como a las nuevas necesidades de los individuos y comunidades ; que deben promover la creatividad en todas sus formas, facilitando la accesibilidad de todos los ciudadanos a las practicas y experiencias culturales, sin distinción de nacionalidad, raza, sexo, edad o discapacidad física o mental ; y que deben enriquecer el sentimiento de identidad y propiciar la plena participación de cada individuo y cada comunidad.
Otras de las ideas que surgieron de esta conferencia fue que las políticas culturales deben concebirse simultáneamente en los planos local, nacional, regional y mundial ; dirigirse a mejorar la integración social y la calidad de vida de todos los miembros de la sociedad, sin ningún tipo de discriminación : luchar contra la exclusión y la marginación; reconocer la contribución esencial de los creadores; promover la identidad de la sociedad y su desarrollo y creación culturales;
impulsar la conservación y difusión del patrimonio cultural; entablar un diálogo intercultural; y defender los derechos culturales y la libertad de expresión universal como factores indispensables para la participación efectiva de las personas en la cultura.
- Este documento argumentó que hay algunos aspectos de la política cultural que son especialmente relevantes en el contexto de la globalización. Si las artes constituyen el núcleo del sector cultural, la creatividad juega un papel decisivo en las artes. Por tanto, la política cultural consiste en fomentar la creatividad.
Pero queda por definir cómo influye la globalización en el proceso creativo. Desde una perspectiva positiva, se concibe que este proceso puede ser una oportunidad más que una amenaza, ya que los artistas se sienten estimulados por las nuevas tecnologías, los nuevos modos de comunicación y formas estéticas, que generan múltiples fuentes culturales, nuevas formas de comunicarse y que llegan a un público mucho más amplio y diverso.
- En el marco de los tratados de libre comercio, la culturas enfrenta dos posiciones claramente opuestas. Por un lado, la producción cultural está intimamente ligada al concepto de entretenimiento y es producida con ese objetivo bajo los parámetros de cualquier otro bien o servicio comercial ; por otro, la producción cultural no sólo entretiene sino que transmite contenidos simbólicos y provee elementos constitutivos de la identidad. Bajo esa premisa, los bienes y servicios culturales, fuente de valores y tradiciones a la vez que realidad económica, contribuye a la conformación de la ciudadanía, a la promoción del desarrollo social y al crecimiento económico del país. Así, en la medida que son portadores de identidad, de valores y sentido, los bienes y servicios culturales no deben considerarse como mercancías o bienes de consumo; su receptor es un participante cultural y no un mero espectador o consumidor.
- Finalmente, desde 1968 se definió a las políticas culturales como "UN CONJUNTO
DE PRACTICAS SOCIALES, CONCIENTES O DELIBERADAS, DE INTERVENCION
O NO INTERVENCION, QUE TIENEN POR OBJETO SATISFACER CIERTAS NECESIDADES CULTURALES DE LA POBLACION Y DE LA COMUNIDAD, MEDIANTE
EL EMPLEO OPTIMO DE TODOS LOS RECURSOS MATERIALES Y HUMANOS DE
QUE DISPONE UNA SOCIEDAD EN UN MOMENTO DETERMINADO".
- Por último, dicen los autores a manera de presentacion : "ESTE LIBRO SURGE
DE UNA APREMIANTE NECESIDAD. NINGÚN CAMBIO POLITICO O INSTITUCIONAL
QUE NO VAYA ACOMPAÑADO DE UNA TRANSFORMACIÓN CULTURAL PODRÁ ASENTARSE Y SER EFECTIVO EN EL PERÚ. MÁS ALLÁ DE LAS BUENAS INTENCIONES, POR POLÍTICA CULTURAL SE ENTIENDE A UN CONJUNTO DE ESTRATEGIAS
DESTINADAS A GESTIONAR MEJORES SERVICIOS CULTURALES, INTERVENIR EN
LOS IMAGINARIOS SIMBÓLICOS Y MODIFICAR LAS PRÁCTICAS QUE NOS CONSTITUYEN COMO SOCIEDAD".
0 comentarios:
Publicar un comentario